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Juan Carlos Etxeberria

10-09-2008

Esta es una historia de promesas incumplidas. En junio del 2007 en la ikastola pública Jakintza comenzaron las obras de construcción de unos nuevos vestuarios y wateres en el edificio del Paseo de Heriz en el que estudian los alumnos de de 2, 3, 4, 5 y 6 de Primaria. Durante todo un curso nuestros hijos e hijas han convivido con escombros y vallas metálicas. La zona de patios y ocio, ya pequeña, quedó aún más reducida. Problemas con la contrata llevaron al ayuntamiento a paralizar la obra. Desde la concejalía responsable se nos tranquilizó y prometió que para el nuevo curso todo estaría en marcha. Pues bien: una de las 2 entradas al colegio está cerrada por obras, el frontón inutilizable y medio "patio superior" (si se le puede llamar así) esta vallado. La perspectiva de que los alumnos estudien varios meses entre ruidos, hormigoneras y polvo es inaceptable. No es de recibo que responsables políticos que dicen apostar por la educación pública y anuncian inversiones multimillonarias permitan que un colegio comience el curso en estas condiciones... y tampoco es aceptable que una obra de estas dimensiones -ni mucho menos faraónica- se prolongue durante 15 meses y los que puedan faltar. Por favor, una solución ya.