Civismo
Nuevo servicio público para perros en Bidebieta
Recientemente parece haberse puesto de moda entre los vecinos de la zona utilizar el Pasaje de Obaba como retrete canino, supongo que por la comodidad de que el perro tenga su momento All Bran cerca de casa, siguiendo la regla no escrita de "si hay hierba, se puede cagar". El problema es que esa franja de césped que recorre el paseo y que daba un toque de naturaleza ha convertido el camino en un via crucis, lejos de aquel Obaba que imaginó Bernardo Atxaga, debido al desgradable olor (lógico, pues hablamos de cacas de perro y no de rosas). Puede que los dueños de estos animales sean inmunes al aroma fecal que inunda el paseo, pero los que no corremos esa suerte lo sufrimos cada vez que pasamos, supongo que de la misma forma que los vecinos de los pisos paralelos a la calle cada vez que abren la ventana.
A los dueños les pido un poco de consideración con los que no apreciamos el olor a caca (existen bolsitas para recogerlas y tirarlas en la basura, muy cómodas), y al ayuntamiento le pido carteles, sanciones... lo que sea menester para que Obaba vuelva a ser un paseo agradable.
Gracias.