Civismo
La perdida de un bonito y entrañable mirador en Urgull.
La desproporcionada y mal planteada ampliación del Museo de San Telmo, además
de reducir la plaza, y desvirtuar todo el entorno con la implantación de una mole
absurda y alienante, ha supuesto otros perjuicios como la perdida de este espacio ahora cerrado con una verja, que antes era una bonita terraza abierta al público desde la que se disfrutaba de unas interesantes vistas. Parece una broma de mal gusto que
se haya albado tanto a unos arquitectos chapuceros que no han sido capaces siquiera
de ubicar la reja de ventilación o lo que quiera que sea esa fea y molesta estructura metálica, en otro lugar. La antigua terraza, con sus muretes de piedra, como las escaleras y su barandado estaban mas en consonancia con el carácter histórico,
noble, clásico y humano del lugar, que el árido, insustancial y denteroso hormigon
agujereado que han colocado por todas partes.