Civismo
En este barrio no nos hace falta ningún gallo
Resulta que llevamos varios días aguantando los ladridos vespertinos de un perro que le dejan salir al balcón por las noches (cosa que me parece perfecto), pero que cuyo divertimento preferido es ladrar constantemente a la nada. El caso es que no nos gusta despertarnos a las 5:00 ó 6:00 porque alguien no se preocupa de atender y educar a su mascota.