Civismo
El urinario público de Iztieta: la parroquia de San José Obrero
Los vecinos de la zona, especialmente aquellos que acuden a misa, están cansados ya de la suciedad de los arkupes de la parroquia. No exagero nada si digo que está bañada por ríos de orín, que huelen desde la acera. Las personas que esperan para entrar a misa tienen que soportar el olor y los mosquitos que atrae esta práctica tan poco higiénica. Como para casarse ahí e ir de blanco y con cola.