Mobiliario e infraestructuras
Calle Leizeaga, penosa
Esta calle de Bergara da más pena que otra cosa.
Está llena de baches, los coches aparcan todo el día en las aceras (incluso al fondo a la derecha hay un "pick-up" de los municipales estacionado en la acera) y cuando llueve los charcos van desde el bordillo hasta la mitad de la carretera, con lo que los peatones casi no pueden pasar ni por la acera ni por la carretera además de exponerte a un chapuzón si algún coche pasa un poco rápido.
Al fondo hay un Eroski con su correspondiente parking, pero parece que para algunos está muy lejos.
Por no hablar de la falta casi total de iluminación por las noches (que se aplica increíblemente a todo el resto del pueblo, por cierto).